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Jesús Ruiz...desde Orihuela

Ideologías y porcentajes

Ideologías y porcentajes

A Francisco Franco lo enterraban mientras mi hermano y yo jugábamos a la pelota. Con cinco años, lo importante era que mi hermano no metiese gol antes de la tormenta que estaba por caer. Los mayores veían el funeral en la tele.La Marcha Verde de los marroquíes siguió su curso, como la Transición Made in Spain. Han pasado los años y ahora, observo un sistema político de pesos y contrapesos que quieren trucarlo antes de madurar por el gitaneo altanero de políticos funcionarizados de discurso pobre y cara muy dura.

 

A esa clase de políticos se lo ponemos a huevo cuando a golpe de Champions League y banderita exteriorizamos nuestro complejo decimonónico de nación al tiempo que descuidamos lo que significa la democracia real en estos tiempos en los que abundan personajes que aún proclamándose demócratas no entenderán nunca el significado de democracia ya sea en monarquía, en república, con regencia o en transición y sin embargo, sacralizan a elementos autocráticos que se ocultan con el manto electoral sin escandalizarse.

 

Además, el cuarto poder que sueña con dominar los tres primeros echa leña al fuego si es necesario. Si nos damos una vuelta por las líneas editoriales de España, concluiremos en un breve análisis, que estamos impregnados por un cinismo dialéctico rescatado de las rancias cloacas del extremismo, primo hermano del  que nos encaró a la violencia política de los años treinta. Por cierto, yo pensaba que nos habíamos dado bastante leña en la gran guerra civil, la misma que terminó en el treinta y nueve pero por lo visto solo fue en el campo de batalla pues, como si no hubiese pasado el tiempo, sacamos de tiesto por un capazo de votos un asunto tan sencillo como es ponerle nombre a los huesos de los abuelos que faltan.

 

Espero que en lo que le queda a la legislatura, los partidos-gobierno no escoren en exceso a la codiciada balanza del poder absoluto, que esa es otra, todo partido político con opciones de gobierno o no anhela ese poder que impregna ya todas las esferas del aparato administrativo estatal, autonómico y local. Poderes que les sirven para tantearse unos a otros a ver quien desamortiza primero al ciudadano para proclamarse Mesías de la voluntad general desde cualquier tenderete televisivo.

 

Ellos saben que realmente nos importa un carajo esa pelea teatral. Nos trae sin cuidado que sus tripas caigan a la arena política ya sean nacionalistas, independentistas, terroristas, oportunistas, chantajistas y todos los istas ad casum. Así que aconsejo al lector que no se deje embaucar por esas propagandas cargadas de ideología barata y sentimientos rancios  que en definitiva todo este tejemaneje de cantos cara al sol, a la internacional y a las tumbas dispersas no es mas que un culebrón de oficio que moviliza intenciones de votos extraviados mas allá de las cunetas de España.

 

Bibliotecas

Bibliotecas

El entarimado de la biblioteca de Orihuela me delata. Sólo quiero coger un libro de la estantería del fondo. Mis pies provocan a su paso unos crujidos parecidos al de una vieja carraca atravesando la mar océana hacia el nuevo mundo. El pasillo es largo. Si pretendo andar despacio para hacer menos ruido la madera desvencijada por las tormentas, los lectores y estudiosos de la sala principal me miran, pensando a lo mejor, que estoy de guasa y no tengo nada mejor que hacer que deambular por las crujías de esa cubierta que mas parece rescatada de una vieja nao vizcaína.

Casi prefiero ir a la biblioteca de Las Salesas y coger un manual de sus estanterías con el pretexto de estudiarlo en sus amplias salas de lectura en la intimidad de sus asientos con luz individual para desmenuzar las materias que se me presentan ocultas entre tanto papel. Reina el silencio en este sitio de la universidad.

Es tal la calma que sólo es molestada por el sonido de la campana de Santa Justa o el tableteo de los adoquines cuando pasa un coche por la calle. Hay momentos en que el ligero murmullo producto de la suma de las respiraciones de las almas allí concentradas, el pasar las hojas y mover lo bolígrafos en las nerviosas manos hacen de este lugar uno de los más provechosos para sacar adelante el trabajo. El índice de éxito es alto pero hay semanas que faltan plazas para la lectura y el estudio y sobran universitarios contándose batallitas de verano en el atrio, que luego llegan los empachos a papel de apuntes y pronósticos de examen.

Todo el mundo está allí en las salas de lectura de Las salesas y por algo será. Hay estudiantes de universidades o politécnicas de Valencia, Granada, Madrid, Alicante, Murcia. El alboroto que se produce en sus amplios pasillos sólo puede ser aplacado por los tapones de farmacia y por algún estudiante que a sabiendas de la reprimenda, sale y aplaca el fragor del gallinero.

De vez en cuando los que no pertenecen a la Universidad Miguel Hernández tienen que abandonar su sitio para cederlo a estudiantes que si lo acreditaban. Eso supone que estudiantes realmente concentrados en un sitio ideal se larguen a la calle a empaparse del bochorno de septiembre camino de los maderos de la Biblioteca Pública Fernando de Loaces.

Lo cierto es que faltan sitios, ya sea de titularidad estatal autonómica, municipal o interestelar. Al lector, al estudiante, al opositor, le es indiferente el asunto competencial y una biblioteca cerrada es un despilfarro. Para solucionar el problema hace falta creérselo y en política se soluciona con políticas públicas y dotación presupuestaria que es lo que realmente destapa o no la intención de gasto en la solución política de una necesidad pública.

Lo malo, o lo bueno según se mire, es que las prioridades no siempre siguen una escala lógica pues cada uno tiene las suyas en relación al orden de sus valores y los hay que prefieren mil veces el pan y circo antes que descubrir la versión moderna de Alí Babá.

La fiebre del oro

La fiebre del oro

El oro ha sido siempre el metal precioso por excelencia.

Se conquistaba, se mataba, se amaba, se escribía la historia, se costeaban imperios, se contaban historias sobre su búsqueda y se moría por conseguir su brillo. Pero desde que el presidente norteamericano Nixon declaró la inconvertibilidad del dólar en oro, el metal amarillo ha perdido su valor paulatinamente aunque muchos expertos siguen considerando al oro una moneda, devaluada, pero moneda. Así que el patrón oro se ha quedado para los nostálgicos de las escuelas de verano y los efectos de la fiebre del oro hace tiempo que no se sienten. Ya no quedan asaltadores de bancos con pañuelo y el que asalte uno, va listo

 

Sin embargo hay metales de segunda que están por las nubes  y al alcance de cualquier malhechor. El cobre y el aluminio se han convertido en los metales no ferrosos mas apreciados por sus ilegítimos dueños. Hay verdaderas empresas familiares que se especializan en su recolección y manufactura hasta el punto de formar clanes y repartirse territorialmente las zonas de expolio. El cable rojo está ahí afuera, solo tienen que ir provistos de furgoneta correcaminos y peladora de cables al canto. Hoy día lo que da dividendos es rebuscar y encontrar este metal rojizo esté donde esté como si estuviésemos inmersos en una novela de Jak London recorriendo el Yukón.

 

No quedan yukones que bajar en canoa, se recorre la Autopista del Mediterráneo y las carreteras autonómicas para arrancar cortar y pelar los cables rojos. La fiebre del cobre se manifiesta especialmente por las noches. El cobre desnudo desprende un olor que atrapa a hombres y mujeres. La tonelada de cobre se cotiza en el Mercado de Metales de Londres a cinco mil euros. El negocio es seguro. Kilo de cobre entregado, ganancia asegurada. Trabajan duro y como mucho se arriesgan a ser llevados ante un juez de guardia, así que menos romanticismo al comparar a los aventureros del oro de Alaska con estos que rapiñan a su paso cualquier cosa que tenga salida desde trapas de alcantarilla a cables de alumbrado y telecomunicaciones de cualquier tipo, que con el pretexto de la rebusca pasan de buscavidas a delincuentes en cuanto cortan cientos de metros de un tendido telefónico para sacarle el preciado cobre, dejando a dos velas servicios importantísimos.

 

El precio del cobre acero y aluminio es un indicador a corto plazo de la salud de la economía global, la misma que se ha tomado unas vacaciones a ver que pasa con esos estornudos que hacen tambalear las economías domésticas. Mientras tanto, hoy en día salen más chatarreros a cuatro ruedas que nunca entregándose al pillaje nocturno. Y es que la economía doméstica no da abasto ni saltándose las normas para cubrir con los gastos mínimos de la vuelta al colegio de los churumbeles al precio que se ha puesto la plastilina y el papel de las editoriales, que esa es otra, el libro de matemáticas del curso pasado no sirve y que yo sepa el Teorema de Pitágoras conserva su vigencia después de veinticinco siglos. Hay cosas que no cambiarán nunca, como el oro.

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En el diario La Verdad día 14

El juego de la vida

El juego de la vida

Visentico no tiene suerte ni en vísperas de la Virgen de Monserrate. Es de esos hombres que no causarán problemas a la gente una vez que la vida se lo lleve por delante. Dicen que la suerte es para los no preparados y el que no depara en lo que le puede llegar se puede encontrar con todo tipo de dificultades. Hay que ser previsor. No me canso de decírselo cada vez que me llega con el mismo cuento. Se ha convertido en el cuento de Visentico así que la frase hecha vivir el momento que repite la gente es válida para las oportunidades y no para descuidar las cosas importantes.

No tiene suerte Visentico por que es un poco zopenco. Tuvo un accidente con su moto el día de su cumpleaños, una madrugada en la que le importaba más el paquete de cincuenta años, que acababa de ligarse, que la rotura de muñeca. Visentico no entiende de papeles y esta vida se documenta con ’papelicos’.

El que no tiene un ’papelico’ no tiene nada que hacer. A estas alturas no sabe si va a cobrar una pensión por haber perdido la movilidad de la mano que se rompió al fugarse las sesiones de rehabilitación. Dice que le dicen que le faltan papeles por todos lados, que así no se puede ir por la vida a reclamar nada. No sabe decir si le engañó el agente de su seguro, la mujer que conoció o las cervezas que soportaba su cabeza a esas horas de la madrugada aquella fría noche. Me veo en la necesidad de darle unos consejos porque me lo pone a huevo y se presta a ello.

Me lo pone fácil. Con esos argumentos le daría un mamporro por ser tan despistado pero Visentico es una institución para la comparación. No puede ser tan desgraciada una persona de forma voluntaria. Le recomiendo que busque un letrado de oficio en el Colegio de Abogados que está junto a la Facultad de Jurídicas de Orihuela y cuente la verdad que a los abogados hay que contárselo todo para liar al contrario. Pero perdió los papeles importantes como las radiografías, la declaración ante la policía y un sinfín de cosas insalvables para demostrar que le acompaña la razón en su último cumpleaños. Aún así le digo que si piensa ir adelante debe tenerlo bien claro o dejarlo ya de una vez y apechugar con lo que hay. Que si cada vez que nos encontramos por la calle cuenta la misma historia va a pasar a la categoría cuentista.

Al final voy a creer que lo único que quiere es que le compre una tira de iguales cosa que no pasará nunca. Terminamos hablando del juego de la vida y empieza a recordarme el sonsonete del azar, de la mala suerte y si me descuido volvemos al principio de la historia y no estoy dispuesto.

Ofuscado por la obstrucción mental de Visentico le explico que la vida es como el dominó en el que las fichas las menean boca abajo todos los que participan, son negras, al jugar cada uno coge las que quiere y la experiencia es crucial para sobrevivir a lo largo de las partidas.

Y me dice que no juega al dominó, que no tiene suerte, pero que a lo mejor, le dan una paguica. (diario La Verdad el 7 de septiembre)

Bienvenidos a la rutina, con gusto y alegría

Bienvenidos a la rutina, con gusto y alegría

Bienvenidos a la rutina de septiembre con la expectación de la vuelta al colegio, ropa nueva, libros nuevos, amigos casi nuevos. Orihuela volverá a ser la de hace tres meses. Coches para ir de aquí allí -cien metros-, quejas por las colas -colas de cinco coches-,  quejas por las multas de tráfico -lo dejó en doble fila media hora-, quejas por lo mal que está la economía -se va de viaje al Surinam-, queja por lo sucia que está la ciudad -tira al suelo la publicidad del parabrisas-, queja por los dolores de huesos -no es el cambio del tiempo, son los años que tiene-, quejas por no se qué tendría que hacer el equipo municipal -harán lo que crean conveniente como de costumbre-, quejas por que se vende poco -no hay para comprar- En fin, una serie de cosas que nos suena mucho y se repite año tras año después de un largo y cálido verano. Ahora, a dejar de quejarse que eso cansa, -más de lo que se se piensa-. Como decía una mujer jornalera de sesenta años cogiendo algodón en el campo de Orihuela  " con gusto y alegría". No se quejen que las energías hay que aprovecharlas para salir adelante así que, bienvenidos a la rutina y trabajen por la ciudad en la que viven, que se quejen los enfermos.

Un tren, dos trenes, tres trenes.

Un tren, dos trenes, tres trenes.

La actual estación de tren de Orihuela la inauguró el entonces presidente del Gobierno Cánovas del Castillo. Quizás por ello aún queda en la urbe el olor dulzón del canovismo de estilo conservador y turnista no ya por ideología sino por costumbre que en esta tierra va por delante de la ley. La llegada del tren a casi un kilómetro del casco urbano allá por 1884 supuso un periodo de expansión urbana acertado con largos paseos y bulevares que extendieron la urbe al sur hasta los pies de la estrenada estación. También supuso la reurbanización de la calle Calderón de la Barca y Loaces con la ubicación de un Casino y el paseo de la estación se llenó de casas burguesas, ahora desaparecidas. Con el paso de los años los comerciantes de cítricos se instalaron en las traseras de la nueva avenida hacia la carretera de Hurchillo aprovechando la cercanía de la estación de pasajeros y mercancías. Orihuela prosperó.

Ahora nos vamos a modernizar con raíles de alta velocidad que unirá Alicante y Murcia por el flanco sur. Se puede decir que si antes se luchó para que el tren llegase a la ciudad ahora se ha dado por perdida la batalla por el túnel de Orihuela. No se ha luchado lo suficiente desde el marco jurídico como futura gran ciudad con influencia metropolitana ni desde esa posibilidad que envuelve siempre toda negociación política. Ese gasto público del túnel lo tiene que realizar el Gobierno porque en Valencia no quedan dineros para caprichos oriolanos. La conjunción de estas variables hace que el túnel aflore dejando las cosas peor de lo que están.

El tren de alta velocidad no llegará a Orihuela. Pasará de largo dejando una cicatriz no tan deseada como la que supuso la vía férrea de 1888. El partido en el Gobierno y las cuentas del Consell con dedicación exclusiva a Valencia hacen imposible el consenso y el túnel. Nosotros los oriolanos tampoco hemos empujado mucho que digamos pero sí que nos asustamos si faltan tres médicos en el hospital comarcal y en un episodio único en la historia de la ciudad como es la forma de la nueva infraestructura ferroviaria no nos embelesamos lo suficiente. Mónica Lorente, la alcaldesa, hará todo lo que esté en sus manos pero está demostrando, como nosotros, poca influencia fuera del municipio y como buen arquitecto al que le llega la casa hecha, se esforzará en elegir el felpudo de la inauguración de la nueva estación. Tiempo al tiempo.

Es un buen momento para demostrar los dotes en política ya que las inversiones resultantes se condicionan unas a otras. Electrificar y doblar las vías para aumentar el tráfico ferroviario entre Alicante y Murcia es una necesidad que merece la atención que no le prestan. Ahora se resolverá el enlace de la Autovía A7 con la de la costa y los viales de circunvalación a la ciudad se verán condicionados por el trazado de este tren que quiere pasar alto y no mira que es lo que deja atrás así que no todo lo que dicen que estará bien lo está. Piensen un poco. El que se conforma a todo siempre pide que no le quiten el otro ojo y el que sigue la corriente nunca decide nada. Todo un despropósito del canovismo de la desidia institucionalizada en esta ciudad o yo que sé.

(La Verdad, 31 de agosto)

¿Droga para todos?

¿Droga para todos?

-Oiga señor, oiga, allí están fumando porros.

-No señora, no, porros no, sólo fuman, lo de porros lo agrega usted.

- Ya, ya, pero, son porros.

- No señora, no lo son.

- Vamos a ver señor, ¿usted para qué está?

- Para discutir seguro que no señora.

Así que el hombre y la impertinente se contradijeron casi el mismo tiempo que los chicos en terminar sus cigarrillos.

- Y ahora señora espere aquí por favor.

El hombre se va a veinte metros se sienta en un banco saca tabaco se lía un cigarrillo y lo prende. Se acerca a la señora y le pregunta qué tipo de porro lleva en la mano que si de marihuana o de peyote a lo que esta le responde que está loco de remate, siguiendo su camino para la misa de las ocho sin saber que una cajetilla de tabaco americano facturado por Altadis cuesta ya lo que ella gasta en comer al día, por lo que se está incrementando el consumo de papel de fumar.

El ejemplo ilustra la sanción social que proyecta una conducta no aceptada por la mayoría de ciudadanos como la que se refiere al hecho por consumir drogas o parecerlo. Los jóvenes no estaban fumando porros. Estaban fumando. Lo que enfadó a la señora es que no prestasen atención, pues ella creía que su anuncio iba a desencadenar la inmediata orden de intervención para acabar con la conducta delictiva que ella creía sinceramente que se estaba produciendo en aquel banco de la Glorieta Gabriel Miró.

Drogarse, lo que se dice drogarse, nos drogamos más de lo que creemos, por eso el gobierno valenciano hace diez años reguló las drogodependencias y las conductas adictivas que generan el libre albedrío. Es un problema público convertirse en drogodependiente por lo que la ley regula desde la venta de la peor droga que existe por los costes sociales que conlleva, el alcohol, hasta las conductas ludópatas pasando por el tipo de alcohol que pueden beber los jóvenes en relación a su edad y la prevención en el consumo exagerado de drogas socialmente aceptadas, que es esto de la droga también hay clases.

La diferencia que existe entre un consumidor de alcohol y otro de porros es que el primero puede beber hasta morirse en la barra de un bar y el consumidor de marihuana lo hace con la premisa de que la denuncia gubernativa mínima es de trescientos euros. El debate actual está en hacer legal el consumo terapéutico de las drogas criminalizadas para hacer llevadero el sufrimiento que causa el dolor físico. Sería una salida el cultivo de cáñamo de las indias para nuestros desaforados agricultores de limones.

Lo malo del asunto es que las colas para conseguir un porro de farmacia colapsarían aún más la sanidad pública. Las iglesias ya no quemarían incienso y de seguir así es mejor que se queden las cosas como están. Así que a la impertinente de la Glorieta no le dio ningún trastorno social y a los Rolling Stones, tampoco.
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Artículo de opinión publicado con el título Drogas para todos en el diario La Verdad del domingo día 17 de agosto.

Con personalidad propia

Con personalidad propia

Hay ciudades sin personalidad propia. Orihuela será una de ellas. Eso significa que posee algo eternamente suyo pero la escasa iniciativa privada y la desbocada intervención pública desaprovecha ese perfume urbano exclusivo que rezuma nuestra urbe. El tiempo pasa y perdona poco. Lo digo así porque no es posible apuntarse una visita histórica a la ciudad solo por dormir en el Tudemir. Tampoco acompaña el asunto observar la homogeneización que se observa en los bajos comerciales. Ya estamos observando que ante un descenso del gasto privado, las calles se desnudan del trasiego de gente que le da vida y cobertura.

Se hablaba mucho de Orihuela como un centro comercial abierto, y lo era. La ciudad se dinamizaba con sus productores y comercio que tenía lo que no tenía otra como hostales a zapateros, alpargateros, herreros, roperos, tenderos, barberos, cedaceros y todo el resto de actividades que la modernidad ha desechado para implantar esa homogeneidad de ciudad que da igual que estés en Orihuela que en Astorga. Tampoco es solución la ocupación de las zonas emblemáticas de firmas pudientes, Louis Vuitton, Cartier, Gucci, Armani, Valentino o Hermès-, aunque le den un aire internacional al entorno por la despersonalización que arrastra tras ellas.

Y no hay nada más triste que ver una calle principal salpicada de entidades bancarias, sin alternativas, sin dinamización. Imprimen al ambiente un aire hipotecado y de sumisión. Y es que Orihuela parece una ciudad de comerciantes de oportunidad vacía de emprendedores que diversifique la oferta y sepa atraer expectativas de negocio en el amplio abanico de la diversidad. Faltan alternativas que atraigan a la gente de la ciudad a su ciudad. No hay que pensar que para los que somos con lo que hay basta. No es ese el camino. Hay que generar la inercia que atrape a los visitantes y no los asquea. Nadie quiere entender que la gente se gasta una pasta en ir de turismo a las ciudades, a verlas. Pues si. Los que viven en los extrarradios van los fines de semana al centro y le dan vida. Nuestro centro histórico está desolado y eso la verdad que en verano o en invierno poco o nada atrae si es lo único que nos distingue de nuestros vecinos.

También se habla absurdamente de dinamizar la ciudad con ocio de discotecas, que no hay ninguna en Orihuela, para no tener que coger el coche, y tienen razón. No hay discotecas en Orihuela porque los empresarios no ven negocio en el asunto y al que la pone y se arriesga, lo arruinan. Hoy en día el propio oriolano y la ley autonómica con competencia en esos temas no las tolera en una ciudad como la nuestra, por lo que hay que olvidarse de la sala de fiestas urbana dinamizadora. Tampoco veo que la fiesta de moros aglutine, al contrario, por las controversias observadas.

Orihuela tiene personalidad propia pero nos esmeramos en nuestra casa y poco en hacer atractivo de verdad el patio de la vuelta de la esquina en el que todos hacemos sociedad y no hablo del locutorio del vecino, amigo.
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Publicado en el diario la Verdad del día 10

Vivir del cuento

Vivir del cuento

Un trabajador se mete en problemas por hacer bien su trabajo. No es lógico ni políticamente correcto pero es casi mejor no hacer bien las cosas antes que toparse con toda una cultureta de mediocridad.

El personaje de hoy corresponde a cualquier puesto de trabajo con contrato basura o como miembro de una gran organización empresarial o funcionarial, pero el caso particular sucedió en una empresa de servicios.

El chico con ganas de hacer bien las cosas compartía tarea con una chica con ganas de vivir del cuento.

Vivir del cuento se vive bien si está uno bien colocado en el sitio adecuado justo cuando se piden cuentacuentos, pero no siempre el mercado puede absorber tanta oferta de este tipo.

Así que la chica que tenía que trabajar como el chico ideó un plan para amargarle la existencia al joven varón que no atendía a sus demandas y de paso empezaría a saber vivir del cuento de los cuentistas cuentacuentos.

Como vivimos en un mundo en el que se abusa del derecho penal y la necesidad de castigar que tiene la gente puede llegar a ser infinita, a nuestro chico se le acaba de complicar el contrato con la empresa al ponerse en marcha los mecanismos automáticos del plan para amargarle la existencia por sonreír a la chica un día que esta se le puso delante sonriéndole.

Al día siguiente es denunciado por hacer provocaciones deshonestas a su compañera de trabajo.

Automáticamente el joven es cambiado de destino y la chica se coge una baja médica por depresión para reforzar el cerco. El resto de la gente se encarga gratuitamente de repartir el bulo de la conducta sexual del desgraciado, que por cierto, se me ha olvidado, es extranjero extracomunitario y en menos de seis meses debe irse.

Así que la joven de nuestra historia empezó a vivir del cuento arrastrando a un chico que no entendió a tiempo a esta sociedad llena de cuentistas y el cuento envenenado de la nueva cuenta cuentos le pasó una factura fatal para sus sueños de futuro en la sociedad del derecho al bienestar.

Ni la mentira ni la injusticia se advierten en determinados asuntos y en esto de las etnias y razas somos tan primitivos en nuestros juicios que desconocemos la capacidad de asombrarnos nosotros mismos cuando miramos hacia atrás y observamos los resultados.

Cuando la gente saca su lado malo, es mala y la mala ostia destroza vidas reputación, trabajo, futuro y lo que pille por en medio. Si queréis, podéis meter que la chica es una racista, una fulana, una xenófoba pero no es el caso.

Así que cuentos aparte la verdadera exhibición del moro fue su buen hacer y eso le llevó a perder el curro. Si es que, que les voy a contar para que no suene a cuento.

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Publicado en el diario La Verdad el día 3 de Agosto de 2008.

La patata de Naciones Unidas

La patata de Naciones Unidas

A la patata la han presentado en sociedad. La han limpiado de tierra y la están lanzando a nivel mundial para dejar de ser la segundona de la cocina como acompañante y complemento. Dos mil ocho es el año de la patata para Naciones Unidas que entiende de todo aunque no escuchemos sus pronósticos. La verdad es que cada vez están más caros los productos de toda la vida como el trigo el maíz y el arroz y eso es igual a decir que cada vez la gente pasa más hambre a falta de alternativas serias de las agencias no gubernamentales. Además, como a la emergente clase media de China, India y la mitad de Asia dispongan de más tiempo libre para llenar sus estómagos y gusten del filete de ternera, va a faltar tierra en el planeta para tanto pudiente, así que la idea de meter la patata en las barrigas internacionales no está nada mal ya sea en salsa verde o a lo pobre.

Así que nuestros gobiernos tienen que pensar no solo en alta política. Mal está el engaño que llevan entre manos convenciéndonos de que lo del PIB es un pito de flauta que se corrige con gasto público y deuda. Además están convencidos de que el vocablo crisis es el título de un disco de Supertramp. Pero ni teniendo en cuenta el índice de precios al consumo salen las cuentas. Ni aportando al monedero la inflación anual conseguimos llenar el carrito de la compra como antes a no ser que entremos al supermercado con la capaza de la abuela para que se llena antes. Así que la patata nos salvará de la hambruna al ser uno de los tubérculos más cultivados del mundo y el alimento caliente que mas estómagos llenará a pesar de que Zapatero y Rajoy sigan degustando los delicatesen que el resto empezamos ya a mirar como obras de arte.

Aunque la huerta languidece, Orihuela aún es tierra productora de buenas patatas. Se consiguen con ese método tradicional oriolano que saca al mercado unas patatas muy vistosas para la tienda y gustosas en la mesa. Desde los edificios del extrarradio de la ciudad se ven en los bancales el trasiego de los pocos huertanos que aún trabaja su tierra exprimiendo hasta el último resuello para que los costes no se coman hasta el sudor de su camisa. Conforman una actividad económica que va siendo de interés cultural, etnológico y de conservación del paisaje como valor añadido en un sector en el que la escasa agua se canaliza a la política de partido como arma o trampolín a la fama según interese.

Ni Naciones Unidas ni el Concejal de Agricultura de Orihuela saben de donde sacaremos en Orihuela el agua para regar las susodichas patatas de ese futuro que ha pronosticado Mónica Lorente con agricultura ecológica. Así que señora Ministra Elena Espinosa, hasta para comer patatas a lo pobre, hace falta agua y luego nos vamos de fiestas mañas acompañados de ecologismo de alto copeta ¿Que será de la tortilla española si no tenemos un par de huevos?

Jesús Ruiz.

El reparto de Oriola

El reparto de Oriola

Hace fresco en esta noche de lobos de comienzos del siglo XIV.
Nueve mudéjares se acercan por el flanco noreste a las murallas de la ilustre Oriola. Vienen corriendo por la rambla de Benferri en silencio con las gumías prestas a repeler cualquier ataque de soldado almogávar. Los sorprende la densa niebla de marzo llegando al palmeral oriolano. -¡Alá es grande!-, murmuran cuando se adentran en el hermoso bosque de palmeras.

Llegan hasta la luz del candil de un viejo muladí que los conducirá hasta el Azarbe de las Fuentes flanqueando la judería. Allí descansarán un poco, se lavarán, tomarán té y dátiles antes de sortear la guardia de este lado de las murallas. Deben ser rápidos cortando gaznates si es preciso, en silencio, pues una milicia de caballeros cristianos llegará dos horas más tarde desde la dehesa de La Matanza. La arriesgada encomienda está en marcha.

Entraran y saldrán de Oriola por las acequias mayores, cerradas por cédula del Sobreacequiero Mayor Pedro Zapatero al ser días de limpieza de cauces. El plan para conseguir el objetivo es atrevido, magistral. Expoliarán por encargo el Llibre dels Repartiment de la ciudad que por desafueros municipales con el reparto de las tierras conquistadas, lo custodia el escribano Torres en la casa de Rocafull. Si triunfan, volverán sobradamente recompensados a la frontera y los repartimientos de tierras se conveniarán de nuevo con los demás linajes involucrados en el éxito de la conquista.

Un búho los delata. Los mudéjares se ponen en marcha con sigilo. Fascina el inmenso palmeral con esa luna y esas palmeras tan quietas. Apartan sus temores recordando los días de gloria con el Califato de Córdoba y la decadencia del fundamentalismo almorávide que despertó a los cruzados del norte. Llegan a la noria de la puerta de Elx y se meten en la acequia que pasa bajo el Tudmir y junto a la mezquita que hay cerca del patio del Justicia Civil Rocafull, señor de Albatera. Cuantas acequias. Es como un laberinto enmarañado lleno de zarzas que adelantan el olor a sangre en la Cofradía de los Caballeros hospedada en Comedias. Luego irán a por Torres y el Justicia como encomienda especial antes de llevarse el códice.

Tanta sangre por un libro y unas tierras. Amanece ya en la urbe cuando el último moro corre con el mamotreto de los repartos de tahúllas pero no llegará al palmeral que le cautivó al ser espetado por el acero de los Desprats los Masquefa los Togores y Rosell. La encomienda del patriciado local ha concluído. La sangre da paso al vino de Rocafull que hará de mediador en la nueva adjudicación de tahúllas de huerta.

Con esta historia que tambaleó la conformación del poder por los lotes de las fértiles tierras conquistadas a los árabes, se puede decir que la política local y las razias del pasado conservan sospechosas familiaridades.

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publicado en el diario La Verdad el día 20 de julio

Noche de moros

Noche de moros

El aire caliente huele a pólvora y a cerveza. Orihuela se prepara para vivir la fiesta que hay tras los desfiles y los actos de Reconquista. Otros simplemente esperan a que caiga la noche. Mientras tanto, una pareja de jóvenes se prepara para vivir la fiesta después de un buen día de playa. El hombre del tiempo dice que mañana subirán las temperaturas. ¿Aún más?, dice ella cambiando de canal mientras se mira al espejo. Se ve preciosa, espectacular cuando se pone los manolos aunque él le diga que no son para la fiesta. Su chico la abraza como si fuese la Armengola, pero tendrá que esperar. Por delante tienen toda una noche de fiesta con los amigos y colegas en los garitos cuarteleros.

Noche de fiesta consagrada, de copas, de parranda acuartelada, de excesos en compañía y de vidilla callejera. Noche de amigos. De mamados y mamadas que bailaran entre la jarana de gritos y mezcla de ritmos de disco móvil que pelearán por imponerse a otras rumbas moras. Hoy también ha hecho buen papel el calor juliano y mientras cenan cualquier cosa en la calle, la cerveza abre paso a una noche que promete cualquier cosa.

Entre las francachelas sobresale nuestra feliz pareja de jóvenes aunque aparenten a estas alturas de la madrugada ser un fulano macarra con su fulana. Se lo están pasando muy bien visitando cuarteles tomando copa tras copa con sus amigos y colegas. Ella empieza a no encontrarse en condiciones de seguir la fiesta a estas alturas de la madrugada. Quiere decirle algo a su chico pero la voz se le ha tornado cazallera así que deciden irse a otra barraca antes de que la rabia del amanecer se cargue la noche.

Es hora de escaramuzas que invitan a la refriega. Se arma la marimorena en la plaza de enfrente pero se dan pocos mamporros. Llegan las porras negras que para unos son mano de santo que atribuye a cada uno lo que le corresponde y para otros son el reflejo de la opresión del Estado, que para gustos colores y para inmenso el mar.

La fiesta acaba. Ella estaba preciosa y él la abraza al llegar al bar de la esquina antes de zamparse unos churros que lo espabilen un poco. Hoy no podrán ir a la playa. Había mucha gente y mucha fiesta. Al día siguiente los festeros gritaran ¿arriba la fiesta! como defensa preventiva ante los excesos.

Y es que no es admitido argumento en contrario porque en los asuntos humanos, sólo se atiende a razones de derecho cuando existe una igualdad de fuerzas. Así que ya se sabe. Los dominadores imponen lo posible y los débiles se someten. Cosas del poder y cosas de los Moros.

Orihuela, fiel a sus tradiciones.

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http://www.laverdad.es/alicante/hemeroteca/2008-3/2008-7-13.orihuela.html

El comodín de los incapaces

El comodín de los incapaces

El comodín linguístico de los incapaces es el uso generalizado que tienen de la palabra utopía. El artículo publicado en La Verdad con título La utopía de Gulliver que edito aquí abajo trata de la incapacidad de los responsables de responder con soltura ante las tareas cotidianas y las herramientas apropiadas. Suele pasar. No hay que callarse o gana la desfachatez.
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"La utopía de Gulliver"
Ante un caso de cajón en una tarde de resueltas frases, me espetó un colega que era una utopía lo que estaba proponiendo ante el problema planteado. El tema era sencillo y la solución de libro así que no lograba entenderle. Además, nuestra garantista administración pública disponía del servicio listo para ser reclamado. Y me dijo que no, que era una utopía resolver la cuestión a «mi manera», que lo haría como de costumbre pues el servicio público tenía fallos y no iba a molestar al funcionario destinado a hacerlo efectivo para no hacerse notar o remover el status quo de no sé qué.

Utopía. Me sorprendió la palabra empleada al caso. Era un gasto excesivo en significado. La palabra fue acuñada por Tomás Moro en 1518 en el que describe un estado ideal descubierto por el navegante portugués Rafael Hytlodeo. Ese país estaba en una isla en la que todos los ciudadanos desarrollan una forma de vida y de gobierno que solo soñamos aquí cuando estamos inmersos en plena campaña electoral.

Utopía es un invento continuo del invento de la democracia perfecta. La democracia está tan retocada que más parece ya un alma necesitada de metamorfosis continua al verse asaltada con demasiada naturalidad por quienes se la benefician. Sin embargo son tan desagradecidos que no agradecen ni el beneficio del que se benefician.
Utopía también pude darse en política cuando un ministro dice que ya está resuelto un problema social solo por legislarlo, pues es costumbre muy española, el mirar a las leyes de reojo con banderillas y verónicas. La ilusión del estado perfecto que configuran las leyes es injuriada por sus proveedores. Esas gentes que, encargadas de hacer velar el cumplimiento de la legalidad, se esfuerzan en incumplir el fin mismo del estado y luego se van tan anchos a tomarse unos vinos. Por eso, ante propuestas de solución, los hay que se sienten agredidos en su inteligencia y ahogados en su propio ego.

Y la dejadez institucional viene acentuada por el perfume colectivista con el que se adorna la función pública, ya que los funcionarios públicos, son retribuidos muevan un dedo o no, como si de sistema soviético se tratase o el conocido giro occidental del café para todos y todas. En la práctica diaria, las leyes encuentran tantas trabas para que se desarrollen que solo me queda espacio para decir dos cosas más. O se hacen sin tener en cuenta la finalidad por la que el estado publica sus edictos, o el sistema creado para desobedecerlas sin problema es perfecto. Por lo tanto, este colega, desconoce el significado real de utopía, aún así, lo intentare con eufemismos a ver si acampa aunque tenga que explicarle el cuento entero de los viajes de Gulliver, pues hay gente que no se puede coger por ningún lado al no tener ni un pelo de honrado.

Morir trae problemas

Morir trae problemas

Vivimos en un mundo tan lleno de gentes que cumple a rajatabla el ciclo de la vida, que hoy en día morir resulta ser un problema añadido para familiares, amigos, políticos y demás vecinos. Para los políticos por que aún sin querer salen a la luz. Para la familia por que no veas la que se arma con lo ceremonioso del asunto fúnebre, las emociones y el reparto patrimonial si ha quedado algo. También es un problema para los amigos por tener que descontar uno de los suyos y sumar esa amarga tristeza que asola.

Un funeral es similar a una boda. Se ven los mismos. Además, la edad es determinante para la orientación de los comentarios de sepelio. Si el finado es joven, la gente se enfada y si por el contrario es anciano y con vida ajetreada llega a convertirse en solución para su padecer y la caja del estado español. Total que morir trae problemas a todos y como es un asunto que no puede demorarse, las soluciones no distan mucho del entierro en un camposanto más o menos saturado lo que convierte la cremación en solución económica para los vivos y contradice al profeso pues Jesús de Nazaret resucitó de cuerpo entero, no espolvoreado.

La muerte también es negocio y donde hay negocio hay conflicto. En fechas pasadas, los periódicos locales reflejaron el conflicto generado por la instalación de un crematorio a un suspiro de Orihuela, muy a disgusto el asunto para las partes implicadas, tanto ciudadanos, empresarios y políticos.

Para los vecinos de Correntías por la similitud de la actividad fúnebre con las imágenes de los campos de exterminio alemanes donde se olía a churrasco y llovía ceniza aparte de no entender muy bien el por qué se pone eso donde le venga bien al que lo quiere montar. Y para el político y el empresario local por pensar que todo el mundo está contra ellos y sus decisiones y que los quejicas protestan por todo, sea bueno o malo sin aclarar si el negocio, en regla o no, lo es.

Quejicas o no, resulta que estas instalaciones que hacen desaparecer los cadáveres convirtiendo la carne en polvo de ceniza, están tasadas por la legislación como actividades industriales molestas y calificadas al no ser amigas del tan traído medio ambiente aunque solo quemen el ataúd y su contenido. Por esa y otras cosas, es conveniente que no se instalen en zonas residenciales por el simple hecho de disponer de un terreno, además, ya es suficiente que la calma y humedad de la madrugada extienda por el valle el olor a fecales de nuestras depuradoras.

Mecahis en la mar. Ahora que lo pienso, antes o después seré yo parte del problema aquí tratado, y sin remedio si deciden cremarme con empastes de mercurio y todo, pero a esas alturas de mi inexistencia deberá darme igual pasar primero por el infierno. No se escapa ni Cristo.

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...en el diario La Verdad el 29 de junio de 2008

Peaje de Orihuela

Peaje de Orihuela

Ya esta todo preparado para recibir a los veraneantes. Las playas estan preparadas con sus banderas azules y las colas de la carretera nacional Alicante Cartagena son estampa típica de los terminales de la Dirección General de Tráfico. Y yo me pregunto de vez en cuando cuando salgo del peaje de La Zenia si no sería mejor para todos amortizar la concesión de la explotación de la autopista para evitarse esas colas de mártir, que hay que ver. Por ahorrarse tres euros pasamos una hora de berrinche y unos litros de combustible. Vamos que no me salen las cuentas ni cuando se planteó el diseño de esta autopista.

Puestos a diseñar aún hay quien defiende con micrófono en mesa la autopista de Orihuela. Y esto lo digo por que los que vienen de Madrid ya se saben el cuento y se bajan por Murcia sin pisar Orihuela, que se ahorran veinte kilómetros. El político que defienda la alternativa madrileña de pasar por Orihuela es que defiende asuntos que de momento no puede justificar y ha sido la desaceleración económica lo que ha frenado de momento el auge que traía la autopista de Orihuela.

Las inversiones en carreteras hay que diseñarlas muy bien antes de liarse la manta y tirar la casa por la ventana y más conociendo el estado de las cuantas del Consell. Por lo tanto pido que se quite el peaje de la autopista de la playa y que hagan una salida más a la altura de Villa Martín. ¿Las carreteras no son para comunicarnos? Pues dejémonos de cabinas y de barreras de autopista y liberemos el peaje. Eso es política de alto copete. Eso.

Las dos caras de la igualdad

Las dos caras de la igualdad

Con el título "Igualdad de dos caras", el siguiente artículo se publicó en el diario Le Verdad el domingo 22 de Junio.
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Las dos caras de la igualdad

Con tanto follón y propaganda, parece que antes no existía el concepto de igualdad, paridad, equidad y todo eso. Ya se que queda muy bien que hasta las ideas sean sexualmente paritarias. Ya se que no hay nada mejor que andar todos y todas juntas y juntos por el camino de la igualdad a golpe de ley. Pero hay que tener cuidado para no caer en la trampa que la paridad le tiene montada a la justicia social, ya que, según el modelo conceptual de justicia escogido, la balanza es válida o no y la fuerza de la discriminación positiva no siempre es justa. ¿Veremos Armengolos de Armani y Señoras Cubiertas de Hannibal Laguna, o eso, no es para esto?

Todo cambia, pero aún no arrancó el sentido por el que se aprobó la Ley Orgánica 3/2007, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres. Me viene a la memoria la obra del sociologo Michel Crozier, “No se cambia la sociedad por decreto”, con el título basta. Ya sabemos que el Derecho es el conjunto de normas que regulan las relaciones sociales y permiten resolver conflictos pero vivimos en una sociedad excesivamente judicializada en la que los conflictos que no queremos resolver siguen acartonándose en las estanterías de los juzgados.

Y digo esto por que parece insuficiente la protección formal de la igualdad contemplada y desarrollada en la Carta Magna más la jurisprudencia y la justicia constitucional, que poco a poco va orientando la igualdad material y real con la extensión de la horizontalidad en la igualdad de oportunidades. No se para que tanta prisa. Por lo tanto, me sorprendió mucho que desde Moncloa se inyectase al sistema otra ley orgánica para que las personas sean tratadas sin ningún tipo de discriminación, simple o doble, ya que de esa forma se reconoce implícitamente que otrora se estaría dando una justicia falsa o de pegote.

A este ritmo neoconceptual, tendré que disculparme, con certificado del ministerio, por ser miembro de la especie “macho hispánicus” nacido además en Alicante y por lo tanto, de la bancada conservadora del Congreso. Aserto que replicaría si fuese mujer, al aceptar una nueva forma de ser persona en sociedad y de enarbolar la bandera de la igualdad con una paridad dogmática producto del manubrio de la nueva fraternidad hispánica. En este tema tan criminógeno para la libertad de expresión, concluiré afirmando que la justicia se observa cuando se acepta la diferencia, sin discriminación, sin violencia, sin expolios, y la igualdad no se justifica con ratios. Solo arbitraría la estadística y la democracia de ocurrencias.

Jesús Ruiz Cabrera.
Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración.

No me digas

No me digas

Es casi un derecho del novato, ser bisoño en temas capitales. Observando los temas locales, tejemanejes, formas de llevar a cabo los asuntos y estilos empleados en las crisis de agenda, creo que el gobierno municipal lo está haciendo de forma que no se note mucho. Aún así, es la más expectante de las Corporaciones democráticas oriolanas, hasta el momento. Pero unos por autócratas y otros por capacidades para otros negocios, hacen que el yerro político perfume en exceso la vida municipal. Detallar casos para hacer la lectura morbosa no es golosina de domingos sino de la capacidad fiscalizadora municipal de Ezcurra, Los Verdes y La Moreno.

Es curioso que con una tendencia electoral al bipartidismo, todo el espectro ideológico partidista esté representado en el palacio del Marqués de Arneva. En el pesoé aparece sola como líder la Moreno que se deja oír a base de trabajosos berrinches que se diluyen con el rocío. Llega tras ella un combativo Ezcurra que armado de papeles y florete, intenta hincar al que se le arrime. Y por último los ecologistas, que teniendo experiencia en la brega, se alían todos en comandita contra un pepé en el que están una para todo y todos para una. Lo cierto es que el liderazgo de Mónica Lorente es de tal magnitud que aún en la desidia más aberrante en aspectos básicos municipales, va ella, la Señora, se presenta de exuberante verde en la arena política y le pega tal vuelco al asunto y a la opinión pública local que ni la Thatcher en el tema de las Malvinas.

Tras el lanzamiento del Manifiesto de La Lonja se desconoce la magnitud del carisma político fuera de Orihuela y la importancia de su liderazgo en el partido o la capacidad de encantamiento de masas, pero lo cierto es que la juventud y experiencia de esta chica en política la hace válida para subir y servir en el partido, por que desde la presidencia municipal ha concretado no más que un par de evidencias a parte de mucha expectación enlatada y sonrisa bonita. Ustedes mismos son electores con ideología y opinión de cómo se hacen las cosas así que no vengan con el discurso de que son apolíticos, ácratas, nihilistas de esquina o filósofos de bar, por que los asuntos públicos de esta ciudad son de tal calado e intrigas que no se escapa ni cristo de entre las zarpas del inmovilismo oriolano. Y no digan que van a tomar las armas para enmendar el asunto que no se lo cree nadie. Pero tampoco declaren abiertamente que no se meten en política para no tener problemas que eso ya lo dijo Franco, el General. No me digas.

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Artículo publicado el domingo día 15 de junio en el diario La Verdad

Interferencias

Interferencias

El economista inglés Malthus tenía parte de razón al augurar que cuantos más habitantes seamos en el mundo, más problemas tendremos para asegurarnos la existencia. Además, nos movemos en una sociedad abarrotada de normas y prohibiciones para intentar encauzar un poco el tema. Algunas las respetamos sin cuestionar mucho el por qué, como la de parar ante la luz roja del semáforo. Pero la mayoría se respetan por el qué dirán o para que no nos multen y no por que estemos convencidos de la utilidad social de su cumplimiento.

Lo digo por que no me creo eso de que un móvil en un avión de pasajeros interfiera en la aviónica pero queda esa pequeña duda, no sea que se vuelva majareta la electrónica y el piloto pida pista en Madagascar en vez de La Española. No duden que la compañía culparía al móvil, capaz de trajinarse un aparato de ciento noventa y tres millones de euros.

Como el negocio es el negocio, una aerolínea francesa ha empezado a autorizar el uso de estos ingenios en vuelos cortos de tres horas y es que hay gente tan necesitada de comunicarse que se tiraría todo un vuelo continental hablando con la tía María de Bullas, enterándonos de vidas y obras que nos importa un bledo. La verdad es que no me imagino un pasaje con trescientos jubilados con el tono del chiki-chiki, así que esa noticia es buena por que no se multará a los que desobedezcan a la autoridad aérea por interferirles los cojinetes y se librarán de la contradictoria descortesía de esas tripulaciones sin gracia que montan ahora en las aeronaves.

Sin embargo en la vida municipal no hay sanción posible para las interferencias ni reglamento alguno que regule un poco los móviles que manejan el asunto, que la cosa no está para distraerse. Así que señor concejal, concejala y demás gobierno, no se distraigan cuando el concejal de área argumente en un pleno municipal que la modificación del asunto que llevan entre manos se realiza al ser mejor para todos, no sea que acaben por apoyar la moción contraria al interés general y el punto equivocado, al ser en ese ratico de interferencias donde se trajina el para todos por el para nosotros.

Luego forzamos plenos y ponemos el grito en el cielo sorprendidos por la hazaña digna de la feria nacional de trileros. Y es que no hay norma ni social ni jurídica que sancione en el acto las nocivas interferencias en los móviles municipales, a veces de tan altos vuelos como el coste de un airbus, aunque sea de segunda mano.
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Artículo publicado en el diario La Verdad el día 8 de Junio

De políticos y batallas

De políticos y batallas

En política y en sociedad no hay que quejarse continuamente ni sobresalir demasiado, que a falta de tolerancia te la lían gratis y si no que se lo digan a Rajoy. Tampoco en política local, que aunque parezca mentira, es una muestra de lo que ocurre en todas partes. Imaginemos los salones del palacio Marqués de Arneva repletos de asesores que esperan despachar con la alcaldesa, Mónica Lorente, para incidir sobre el área que asesoran. Todos ellos -colegas-, pegando codazos para ganar posiciones y de momento sale ella de la Alcaldía diciendo sin más que, todo eso, cuando toque y con la música a otra parte.

Las políticas públicas que se diseñan para Orihuela tienen poco calado. Casi todo llega precocinado y el resultado final no supera a la ficción prevista. Además la desaceleración económica ha frenado también un nivel de decisión política responsable, demasiado acostumbrada al producto residencial. La falta de industria y el exceso de servicios y nervios se notan en época de vacas flacas y leche agria. Esta ciudad adolece de emprendedores serios y es costumbre ancestral tener a la urbe oriolana tan mimada de boca que parece como una niña malcriada con el desarrollo urbano estancado y los grandes temas que de verdad son decisivos, despistados entre bastidores. Funcionamos a base de energía rápida, de glucosa. A base de promesas del todavía más dulce como aconsejaba Maquiavelo para mantener entretenida a la gente a base de fiestas y espectáculos.

Así que desde el punto de vista político no es suficiente encender la ilusión con palabras llenas de significado a largo plazo como plan general de ordenación urbana, soterramiento del ave y todo eso que es complejo de digerir. Por eso se cambia la persuasión de la palabra llena de asociaciones perversas por la puesta en escena de lo visual que golpea directamente a lo emocional, y el que domina las emociones, ya se sabe. Se impone la imagen. De ahí que se use el espectáculo lleno de visiones llamativas. Como Zapatero cuando proyecta la mirada mística del San Agustín de Zurbarán sin decir ni pío. Por eso no le pregunto a Mónica Lorente si se rodeará de expertos de verdad, que proyecten la ciudad a las inmediaciones del paraíso prometido sin disparates amoldados a su cuota de poder.

Por eso yo no me esfuerzo mucho en estos asuntos a pesar de llenarme bastante de problemas añadidos. Como dijo Ciro a los persas tras una gran comida: obedeced mis órdenes y disfrutareis de mil placeres. Evitó la batalla. La persuasión en Orihuela es más efectiva que la fuerza de la razón y si esta se acompaña de la seducción, ya está. Así que no peleen, todo eso, cuando toque, chicos.

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Artículo publicado en el diario La Verdad el 1 de Junio.

Orihuela capital

Orihuela capital

En un valle alejado de la capital, vivían los oriolanos inmersos en sus tareas cotidianas. Estaban tan ocupados en sus problemas y torrenteras que no observaban el estilo de vida capitalino cuyos habitantes también estaban inmersos en sus cosas y no observaban la forma de vida apacible de los habitantes del valle.

En ocasiones, unos y otros se reunían en el mismo café e intercambiaban experiencias, anécdotas y enfoques dispares de los mismos asuntos. Con el paso de las horas, dos de ellos se distendían y se lo pasaban pipa riéndose a golpe envites lingüísticos y buen coñac.

El que vivía en el valle le decía al de ciudad capitalina que eran unos atrasados para algunas cosas y unos esnobs de mucho cuidado para otras. Que lo de poner otra vez el tranvía cuando ya lo tuvieron era de ser un poco bobos.

Además, disfrutaban de menos cosas que los del valle por que tenemos una agricultura que le da de comer a medio mundo mundial. Castillos ruinosos como el de Orihuela que por lo viejo que es no hay ni que apuntalarlo como el suyo. Hermosas iglesias que se confunden con los palacios señoriales. Poetas famosos que pastoreaban por la sierra. Compositores ilustres. Un cuadro de Diego Rodríguez de Silva y un autóctono como Agrasot. Yacimientos prehistóricos como el de San Antón y los Saladares. Políticos en la Diputación y por si no lo sabía, la capitalidad estaba también en Orihuela, aspecto que sorprendió a él mismo por la forma de mecer la copa de Courvoisier.

El de la capital, al oír la argumentación, reía sordamente y cuando pudo articular frases le espetó al oriolano del valle que tenía mucha suerte. Suerte por vivir en una ciudad en pleno valle, agraciada por su pasado, con teatro, monumentos nacionales y un comercio moribundo como el río y su huerta, pero eso si, que nadie toque las fiestas de moros ni las procesiones intercontinentales.

Sin embargo, no prestaban atención a los asuntos de importancia comarcal empeñados en convencer a Valencia que con la señera e historia gloriosa, bastaba para atraer dineros e inversiones. Que Orihuela la ilustre estaba perdiendo lustre a pasos agigantados aún contando con todo un señor diputado en Les Corts y cabezas locales en Diputación.

Tras un último trago al coñac, el capitalino le endiñó otra andanada diciendo que su gallina de los huevos de oro, las playas, empezaban a oírse y no podrán aguantarlas mucho ni en las municipales ni en inversiones. El del valle prendió su último Montecristo y con voz ahogada dijo envuelto en una cortina de humo blanco, que eso, estaba controlado. Risas y más coñac.
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publicado en La Verdad el día 25 de Mayo