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Jesús Ruiz...desde Orihuela

Noche de moros

Noche de moros

El aire caliente huele a pólvora y a cerveza. Orihuela se prepara para vivir la fiesta que hay tras los desfiles y los actos de Reconquista. Otros simplemente esperan a que caiga la noche. Mientras tanto, una pareja de jóvenes se prepara para vivir la fiesta después de un buen día de playa. El hombre del tiempo dice que mañana subirán las temperaturas. ¿Aún más?, dice ella cambiando de canal mientras se mira al espejo. Se ve preciosa, espectacular cuando se pone los manolos aunque él le diga que no son para la fiesta. Su chico la abraza como si fuese la Armengola, pero tendrá que esperar. Por delante tienen toda una noche de fiesta con los amigos y colegas en los garitos cuarteleros.

Noche de fiesta consagrada, de copas, de parranda acuartelada, de excesos en compañía y de vidilla callejera. Noche de amigos. De mamados y mamadas que bailaran entre la jarana de gritos y mezcla de ritmos de disco móvil que pelearán por imponerse a otras rumbas moras. Hoy también ha hecho buen papel el calor juliano y mientras cenan cualquier cosa en la calle, la cerveza abre paso a una noche que promete cualquier cosa.

Entre las francachelas sobresale nuestra feliz pareja de jóvenes aunque aparenten a estas alturas de la madrugada ser un fulano macarra con su fulana. Se lo están pasando muy bien visitando cuarteles tomando copa tras copa con sus amigos y colegas. Ella empieza a no encontrarse en condiciones de seguir la fiesta a estas alturas de la madrugada. Quiere decirle algo a su chico pero la voz se le ha tornado cazallera así que deciden irse a otra barraca antes de que la rabia del amanecer se cargue la noche.

Es hora de escaramuzas que invitan a la refriega. Se arma la marimorena en la plaza de enfrente pero se dan pocos mamporros. Llegan las porras negras que para unos son mano de santo que atribuye a cada uno lo que le corresponde y para otros son el reflejo de la opresión del Estado, que para gustos colores y para inmenso el mar.

La fiesta acaba. Ella estaba preciosa y él la abraza al llegar al bar de la esquina antes de zamparse unos churros que lo espabilen un poco. Hoy no podrán ir a la playa. Había mucha gente y mucha fiesta. Al día siguiente los festeros gritaran ¿arriba la fiesta! como defensa preventiva ante los excesos.

Y es que no es admitido argumento en contrario porque en los asuntos humanos, sólo se atiende a razones de derecho cuando existe una igualdad de fuerzas. Así que ya se sabe. Los dominadores imponen lo posible y los débiles se someten. Cosas del poder y cosas de los Moros.

Orihuela, fiel a sus tradiciones.

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http://www.laverdad.es/alicante/hemeroteca/2008-3/2008-7-13.orihuela.html

5 comentarios

J A M -

tu no hables mal de los moros por qu es una fiesta de todos los oriolanos. Por cuatro personas que hablan mal no hay que hacerle casos.

Antojito -

impresentable o no soy una que opina cazurrin

Anónimo -

Hay mucho impresentable por LOS FOROS. Lástima.

Estañ L. -

Realmente no es un éxito vuestra fiesta que yo sepa por el conflicto creciente entre vecinos que trasciende ya en todos los ámbitos.
Saludos.
Lieja.

Pepa -

Jesús mira el orihueladigital y observa la campaña de promoción que lleva el Pomares. Su mujer parece una lapa, por cierto ¿sigues vivo? es que he leido las otras entradas hay gente que te quiere mucho