Políticos NI-NI

Hemos pasado de la comida basura a la televisión basura sin darnos cuenta como también del internet basura a la política basura. Respecto a lo que cada uno come es libre, se puede elegir entre coles o gofres. Sobre el internet basura ya saben, el peligro que acecha nada más pasar a la red y respecto a la política basura es lo que peor llevamos por creerla sobrevenida. Nos llega estacionalmente en tandas de cuatro años sin derecho a devolución.

La política que ustedes están desayunándose cada día no es política. Los políticos que ocupan concejalías con responsabilidad ejecutiva están comprobando que sacar adelante el programa electoral a golpe de telediario les cuesta mas y nos cuesta mas. Cuando la policía empieza a husmear en lo público y los trapos sucios del negocio se airean sin ánimo de limpiar y los abogados del Estado junto con los jueces se tienen que ocupar de lo público, la democracia tiene un problema.

La política no es eso que nos están contando desde los micrófonos. Unas negociaciones llevadas a cabo para adquirir poder bien sea por sumar voluntades bien sea por sumar contratos públicos no puede olvidar principios tan básicos en democracia como el de legalidad en un estado de derecho. Sin ese principio no nos diferenciamos para nada de los estados autoritarios o de los traficantes, ya sea de sustancias prohibidas o de voluntades. Traficar con sustancias prohibidas de todos es sabido que está muy sancionado pero separar lo lícito y lo ilícito en política es tarea difícil si no se conoce el asunto este de lo público y menos si no se sabe que es lo público.

Lo público no es eso que está ahí y lo puedes coger porque no es de nadie. Lo público es eso mío que también es tuyo y del otro pero no lo tengo yo ni usted y sin embrago disfrutamos todos. Lo público puede ser desde una playa a una partida presupuestaria para materializar una política pública de deviene de una necesidad social. Todo el mundo hasta las chinitas del masaje comprenden que la playa no es ni suya ni mía ni tuya pero con el dinero la cosa cambia aún siendo dinero público. Cuando se trabaja en lo público en un cargo público con dinero público, hay que tener los principios constitucionales muy claros y los otros principios, los morales, sin apariencia de mostrarse al mejor postor o doblegarse si la calientan la oreja por el mismo costado. Por que si todo esto falla confundimos política con reproche y lo público con lo mío, no lo tuyo.

No hace falta que les recuerde nombres de filósofos, de economistas, estadistas, guerreros y hasta religiosos que a lo largo de la historia del pensamiento, estos es desde que el hombre escribe, han hablado, disertado discutido y contradecido lo que debería ser un buen gobierno. Si el sistema funciona a ralentí a pesar de todos los avances técnicos, científicos y humanos que tenemos a nuestro alcance es porque hay algo en el proceso político que no cambia de contexto aunque pasen miles de años. Nosotros.