Una bomba contra el Estado

Señores terroristas de tiro en nuca y fiambreras revienta vidas, desde Alicante, que podría ser tambien desde Ortuella o Portugalete, os digo lo siguiente. Matar un policía con el pretexto de estar axfisiados por un Estado opresor como argumento principal a la independencia -¿cuanta independencia?-, y pilar justificativo del terrorismo -no lo considero violencia política, es demasiado blandito- es un contínuo tocar las narices al estado de derecho y al marco jurídico en el que coexistimos con una seguridad histórica nunca conocida -solo tienen que preguntar por la violencia política del Siglo XIX-. Atacar, matar, eliminar a un funcionario de policia perteneciente a cualquiera de las tres administraciones de nuestro pais, es atacar a los que tienen como misión principal velar por el pacífico y libre desarrollo de las libertades, esas mismas que en ocasiones se manifiestan en contra de ese nuestro Estado manifestando su pensamiento político, pero nunca respetará de forma externa -eso espero- a los que amenazan con el lenguaje de la onda expansiva o les encanta presentarse en la arena política con la fuerza de los trescientos sesenta metros por segundo que es la velocidad del calibre preferido de los inconformistas del norte, españoles, como yo como los de Orihuela, Ortuelle, Alicante. Al señor Puelles le reventaron la vida estos dialogadores de la fiambrera. Atentaron contra el Estado, tambien contra los vascos. Al señor Puelles, le estalló una bomba puestas por sus vecinos vascos para que el Estado doblegue y negocie en boca de sus representantes la ansiada independencia, ¿qué independencia?. Como bien dice su hermano, Puelles es ya un verdadero gudari-héroe-. Así que a los que estan de paso, a los políticos, les exijo como ciudadano, que no tropiecen una y otra vez en la misma piedra, vasca, que ve problemas y cámaras de gas por todas sus fronteras ideológicas y culturales.