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Jesús Ruiz...desde Orihuela

La Pesambre del dictador

La Pesambre del dictador

¿Se cabrean los de derechas más que los de izquierdas? ¿Se cabrean más los curas que los monjes o los frailes?
Se cabrean las personas. En la manifestación del cabreo no hay ideología de partido, ni pensamiento político. Igual que hay dictadores de izquierdas los hay de derechas. Simplemente hay mala idea cuando el "pesambrón" es injustificado.

Tiene mi vecino todos los boletos para ser un dictador si lo dejasen. No se cansa de decir como deberían de funcionar las cosas, el mundo, más parece un empedernido jefe de la gran tribu. Manda por cojones, por huevos suyos. Tiene a la policía como escudera de sus hazañas y el teléfono como herramienta transmisora de sus dictados.

Llaman por lo que sea a la policía, que llega rápido solo por miedo de la denuncia vecinal de falta de atención que tantos recelos causan en los despachos públicos. Viene la policía y recrimina una actitud o comportamiento no probado por orden del vecino, el cual, ya satisfecho de su dosis dictatorial, no la llamará hasta que necesite sentir de nuevo el “poder” al día siguiente, o a la hora próxima, depende del mono.

Otro caso es mi vecina que llama a su vecina para recriminarle la falta de “pesambre” al no protestar por el juego de los niños en la calle. Se pone como una fiera y denuncia a la policía que hay niños jugando a la pelota y molestan y viene la policía por miedo a la denuncia vecinal de falta de atención policial y echa a los niños de la calle y servicio cumplido y santas pascuas que a gusto se queda la María. Y llama Zambudio a la ambulancia para que lo lleve al hospital y cuando llega la ambulancia se monta andando y exigiendo que corran que el dolor de muelas es muy fuerte y que han tardado mucho caramba. Y se queja Antonio Juan que se ha despertado por culpa de los gritos de la calle en vez de reconocer que llevaba doce horas durmiendo.

¿Puede evitarse un uso hipócrita de los servicios públicos disponibles? La respuesta la tenemos todos, pero la decisión lógica se mezcla con los efectos que produce esa pequeña dosis de poder al comprobar que se siguen atendiendo demandas y peticiones sin entrar a valorar que sean o no acertadas, pues simplemente se satisface el capricho, producto de la lenta aparición de pequeños dictadores con una "pesambre" de la leche.

Estamos rodeados de dictadores sociales que siguen entrenándose. Si los dejamos, manejarían de facto a todo quisque.

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