Corrupción y malas prácticas policiales
Un policía es un funcionario y no todos los funcionarios se merecen la condición de públicos. En segundos puede pasar a la condición de agente de autoridad y en milésimas a autoridad. ¿Mucho poder?. Los medios de comunicación han tenido entretenido al público con el estallido de la policía del municipio de Coslada. Esta vez se ha destapado de retruque un circulo vicioso de corrupción. A lo largo y ancho de la geografía española habrá ahora mismo cientos de funcionarios y otros que no lo son, abusando de su condición, aceptando hechos y actos que son seudónimos de la corrupción y la corrupción es el cáncer de la administración y si el Estado se relaciona con nosotros con esa herramienta podrida, pues apaga y vámonos. Muchos incluso habrán conseguido llevar su placa en el bolsillo de la forma más increíble de las creíbles y posibles. Hay que tener una conciencia muy bien formada y una idea del deber lo suficientemente fuerte para no caer en la melaza que atrapa a la mosca de una forma muy dulce y casi sin darse cuenta. La delgada línea roja entre el deber ser y el poder ser, no debe de ser atravesada asiduamente por que sir querer y una vez descubiertos por sorpresa, nos encontramos en un mar corrupto en el que nadie quiere estar ¿verdad?. Desde esa multa que desaparece para hecer un favor hasta lo inimaginable, es acogido por la gran capa de la corrupción. Por eso se les dan esos poderes a los representantes de la ley. Es la última línea de batalla para defender al ciudadano del delito. Ahora, a esos pequeños vicios escondidos lo llaman malas prácticas. Lo malo de todo esto es que ni diciendoles el daño que siembran, se dan cuenta del asunto ni de lo inservibles que son para la sociedad.
10 comentarios
Anónimo -
Anónimo -
ORIOLANO -
Cuantos, aguantarian como el?
Jesús Ruiz -
Anónimo -
Ferdinang -
Respecto al articulo que es lo que hay que comentar, ienso que no hay tantos corruptos cmo la socedad cree ¿o si? anonimo.
Jesús Ruiz -
Anónimo -
Anónimo -
Anónimo -