Cox, San Fulgencio y Torrevieja
Ojalá fuese la ruta privada de El Cid buscando sal anguilas y cebollas para el estofado, pero no es así.
Cox, un pequeño pueblo de la Vega Baja, acogedor y trabajador lleno de comerciantes. Tiene Policía Local, todo un lujo. Tiene agentes voluntarios para el turno nocturno, todo un lujo. La Jefatura de Policía no ha sabido conducir una crisis funcionarial policial que ya está ocasionando problemas a su alcalde.
El actual jefe de la policía procede de la guardia civil y ha conducido con su mando a la plantilla a una división difícil de reconducir, dicen que por un lío que tiene con uno de los policías, para más señas mujer. Llevar una plantilla cuando todo va viento en popa y a toda vela lo hace hasta el más tonto del pueblo, pero es aquí donde se descubren las personas y sus cualidades de dirección. Cox ha reventado. La policía de Cox ha explotado en un juicio rápido de vergüenza que duró dos horas. Un juicio por unos hechos que tenían que encauzarse por el procedimiento administrativo que inicia la investigación y si se observan motivos de posible delito se traspasa todo al procedimiento penal, si es que tenía cabida la fábula que escuché en la vista oral.
Cambiamos de pueblo y nos vamos a San Fulgencio con un jefe de policía venido a menos por la famosa dicotomía política administración. Le han puesto uno por encima en un procedimiento selectivo sumarísimo para elegir a un Intendente Jefe. En un solo día San Fulgencio cambió la cabeza de su Jefatura de Policía; curioso, cuanta prisa. El tribunal -si si tribunal- eligió al mejor, a un helicopterista de la Dirección General de Tráfico para ocupar la jefatura. Le deseo buena vista desde tierra.
Y ahora toca hablar de Torrevieja. Si aún no ha terminado el revolcón que supuso el caso no cerrado del guatemalteco y las sucesivas denuncias de policías a mandos y de mandos a altos funcionarios de su ayuntamiento por otras cuestiones y no livianas, cabe esperar, por los crujidos que se escuchan desde la sustitución de su concejal delegado, que en breve estallará otra crisis o la crisis que originó todas la crisis. Si es que cuando las cosas no salen bien o se hacen mal o simplemente no se hacen, las cúpulas se hunden y los olores afloran. En Orihuela de momento todo luce bajo el sol, de momento.
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Publicado en el diario La Verdad www.laverdad.es el día 19 de Enero de 2008
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