Ahora, toca Miguel
Contribuir a proteger el medio ambiente me ha costado cuatrocientos noventa euros sin contar con el cortaviento que me he agenciado por que se acerca el invierno. El medio ambiente da mucho de si. Aún no he visto a conferenciante alguno del cambio climático, desfilando por los pasillos de las facultades en bicicleta plegable de esas muy monas, como la evidencia.
Que está cambiando el ambiente es cierto. Desde agosto ha llovido mas de la cuenta en Orihuela pero como uno oye tanto el tema de los cambios de los ambientes, a lo mejor alguien no se ha dado cuenta que en Orihuela no hay mucho ambiente donde elegir y si buscas ambiente distinto al ambiente local, lo claro es que hay que irse aunque el medio para hacerlo también contamina.
Hay quien defiende el ambiente sin tener claro el medio. La contradicción la tenemos plasmada en la costa. Allí se va a endulzar la mar salada a base de presión y eso consume una barbaridad de kilovatios por hora lo que equivale a un aumento de la producción de electricidad en Escombreras. Y la producción de electricidad contamina por que lo hace con gasoil y gas de Argel así que firmamos Kioto para quedar bien. Que esa es otra, a este paso, los argelinos van a nacionalizar el gas y el ambiente se calentará de lo lindo, pero no pasa nada, siempre nos quedarán los americanos y mister Marshall Ahora toca Miguel, que aunque ya era hora, cuesta mucho creérselo.
Hemos perdido el enganche de Miguel Hernández igual que esta ciudad dejó perderlo. Aún así, ya era hora, aunque nunca es tarde. Espero ver a los aduladores de Miguel beber de las mismas fuentes visuales y sensoriales que le sirvieron para parir su poesía. Me refiero a esa dualidad del ser cuando escoge entre dos caminos, a esos paseos de trabajo por la huerta, por el palmeral, por la sierra de Orihuela, por los rastrojos de las cosechas para alimentar al ganado por que lo que nadie puede negarle a Miguel Hernández, es esa pureza y valentía que se adquiere con la desvergüenza de la dignidad humana. Mi tributo al calentamiento global es la bicicleta y el compromiso con Miguel es seguir leyéndolo y redescubriéndolo. Ahora, toca el homenaje a Miguel, espero que no armen todo este tinglado institucional, para quedar bien.
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