Estación con trinchera
Pedro el Ceremonioso tuvo el detalle de dejarnos la distinción protocolaria de Ciudad Muy Noble, Muy Leal y Siempre Fiel. A base de pasar años y esfuerzo, en Orihuela se ha conseguido casi todo y mas ahora que suma ser Gran Ciudad como si lo de Pedro no hubiese sido suficiente. Tenemos de todo. Tenemos escudo, bandera, playas, universidad, cines, teatro, polideportivos, trasporte urbano, casco urbano y casco antiguo, procesiones las que quieras, puertos, helipuerto y unas fiestas de Julio que ya quisieran los moros de Casablanca y los cristianos de Santiago de Compostela. Aún con todo esto se nos olvida que miramos demasiado al pasado y sin querer, nos atascamos. Una cosa distinta es tener historia y otra es no avanzar al seguir abrazando costumbres aldeanas. Eso produce curiosas contradicciones que mas bien parecen trincheras en las que nos encaramamos para defender lo nuestro pero de las que tampoco podemos salir. Hoy dedicaré este artículo a uno de esos escollos que por cierto es insignificante pero de mucha enjundia si se analiza bién para ilustrar a donde quiero llegar.
Desde hace mas de cien años disfrutamos de una estación de tren y dentro de pocos años podremos coger un tren a París sin bajarnos en Alicante para el transbordo. Mientras que llega ese gran día que celebraremos con una gran olla de pelotas bajo carpa blanca, subir ahora al tren en Orihuela es complicado para personas con dificultades. Los altavoces funcionan bien. Te avisan de la llegada del tren que esperas pero lo que no cuadra en un mundo moderno lleno de lógica y medios para hacernos la vida más fácil es que para subir al convoy, hay que atravesar el foso que ocupa la vía del andén principal sin la concurrencia de otro convoy como suele suceder en la cercana estación de Callosa de Segura. Llueva o truene, cojos o lisiados, minusválidos y ancianos, hacen el ritual diario de bajar al foso de la vía para subir al andén segundo. Atravesar una vía de tren conlleva temor. No lo veo correcto ni lógico. Pero no me quejo con mala leche. El que llega a Orihuela en tren tiene que atravesar una trinchera para pisar la ciudad. El que sale, también. El tren moderno que van a traer vendrá en una trinchera pero esta será de las grandes. Quizás tenga más enjundia de la que creo.
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