Cuestión de números
El otro día oí protestar a una señora en pleno centro urbano. Se quejaba de la tardanza de una ambulancia para su marido al que le había dado un jamacuco. Tendí la oreja y resulta que habían pasado cuarenta minutos desde el aviso y no llegaba el transporte. En los países avanzados se hacen preguntas si el asunto pasa de los diez minutos. En los países con servicios públicos en vías de desarrollo como el nuestro que aún costando lo mismo que los desarrollados se pone por costumbre en los partes y se dice a la prensa que la respuesta a las emergencias es adecuada a esos mágicos diez minutos ¿De risa verdad?
Y es que si destinamos ingentes cantidades de recursos a propaganda pastelera por el mundo nos pasan estas cosas que no nos queda para lo nuestro. Si queremos remontar el Producto Interior Bruto hay que empezar a ver en qué y cómo gastamos nuestro dinero -público-. Poca gracia tiene mirar el precio del litro de gasolina. Así no acampa el ahorro. Saltan las alertas cuando saco cuentas y resulta que hoy en día nos sale el IVA del litro de combustible al veinte por ciento y los impuestos especiales del combustible salen a mas de la mitad de su precio final ¿Tanto dinero consume el Estado? ¿Tiene usted más y mejor servicios básicos que hace diez anos? No ¿Verdad? Sin embargo tenemos que sostener con impuestos una administración pública que ha multiplicado por dos al personal y por tres el gasto ¿Preocupante? Sí, ya lo creo.
Con la muerte de Gadafi a manos de los suyos como lo fue Musolini creía que la gasolina bajaría de precio y con ellos sería más económico hacer el pan, ir al cine, recoger un enfermo en ambulancia y adelgazar la factura del combustible de los vehículos que llevan y traen a tanto carguito público de aquí para allá.
Llegan las elecciones legislativas de Noviembre. El ilustre J.L. Zapatero se marcha cabizbajo por la izquierda política y entrará por la derecha a coger las riendas de esta diligencia desbocada, Rajoy, temeroso por el desolador panorama que tendrá que gestionar. Atrás quedó el sueño de la alianza de las civilizaciones difícilmente sostenible ya desde el campo teórico y si preguntamos a los expertos politólogos en relaciones internacionales se parten de la risa.
Se hizo añicos la propagandística comparación de lo “Nuestro” con la Champion Ligue como se esfumó lo de que “España va bien”. Mirando los datos oficiales de las páginas del Gobierno, se que habrá más paro. Si no tenemos un resultado positivo del PIB del 1,3 las cuentas no salen y no hay gente que contrate a otra para trabajar. Si además de este dato, se estima que la deuda pública española alcanzará en 2012 el 74,3% del Producto Interior Bruto, estamos hablando que es más del doble que la de 2007. Esto significa que cada euro que ganemos usted, yo, nosotros Estado, debemos 74 céntimos y lo pagaremos en peores servicios, mas listas de espera y ambulancias que no llegan o lo hacen a los cuarenta minutos y dando gracias. Así que si usted es una víctima del despilfarro, quéjese donde puede cambiarse las cosas. Haga cosas para cambiar los datos.
En Libia se ha librado la guerra de las metralletas pero nuestra panorama es de analógica postguerra y eso tarda en curar, si usted otorga.
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