Orihuela Gran Ciudad y otras historias

Las grandes discusiones sobre lo ínfimo que resulta ser el problema nos impide ver la magnitud de la cercana amenaza. Esto dicho así sin entremeses puede resultar grandilocuente, producto de un desaforado e iluminado gilipollas, pero voy al tajo y lo explico con un ejemplo, como nos gusta a los hombres.
Vivo en Orihuela, ciudad embebida en disquisiciones sobre la posición de su ombligo y observo perplejo que, es cierto esa máxima que murmuró un esclavo al ser liberado, "ahora quien me cuidará". Personalizando esa idiosincrasia del oriolano y transportándola a la magnitud que puede llegar a tener la influencia política, los políticos que hacen la política desde los ayuntamientos, desde el Gobierno Valenciano, desde la Diputación, desde el Ministerio, desde la Unión Europea, no se han dado cuenta que estamos enredados en una maraña de despropósitos. Lo digo por lo siguiente y ahora va el ejemplo no solo para los hombres.
Desde hace veinte años se ha dicho y repetido que se haría la carretera a la costa desde Orihuela. Seguimos con una carretera sin desdoblar como sería lo elocuente. Llegó la autopista en papeles, que no la vía rápida a la costa y nos clavan por malos o tontos por callar y no saber ganárselo, dos peajes. Se proyecta una faraónica obra viaria producto de una época de derroche y lujuria en el gasto que nunca volverá, llamadas Autopista CV-91, Autovía CV95, Ronda Autopista Orihuela. Para completar la amalgama viaria se traza la vía de ferrocarril de alta velocidad AVE cuyo desarrollo urbano va a cambiar la configuración del tráfico tal y como lo conocemos y amárrense los machos como dijo el chófer al perder los frenos. Con tanta promesa y espera, me pregunto yo si nos vamos a quedar en Orihuela mirando como el lisiado del pueblo cuya única ocupación era observar el trasiego en la calle principal, imaginando historias de segundos mientras quema su tiempo, viendo el mundo pasar.
No hace mucho que la provincia de Alicante ha estrenado una impresionante y catedralicia terminal aeroportuaria. Si, ya lo creo, impresionante e impresionado al ver que la línea de tren pasa a menos de mil metros de la terminal y no hay enlace desde el interior del aeropuerto al mal llamado apeadero de El Altet, luego, al resto del mundo. No es por nada señores de los distintos gobiernos que gestionan lo público pero es evidente que no tienen en cuenta o se les olvida que desde Mar de Cristal que está en la Manga del Mar Menor hasta Benidorm que sí que saben donde está, tienen una gran demanda asegurada de transporte público como lo tienen ahora los taxis, alquiler de coches y líneas de autocares. Si la mitad de la población está en las costas, si los que llegan al Altet son en su gran mayoría vuelos low cost, si nuestro modelo de turismo es ese y no otro, no se que ha pasado con esas infraestructuras estratégicas.
El ejemplo de las promesas sin sentido lo tenemos en esa carretera a la costa de Orihuela que estoy escuchando ya veinte años como veinte años hace que para llegar al Altet tengo que coger mi coche viendo el tren pasar a menos de un kilómetro. Ahora con la quiebra del sistema financiero, la quiebra vergonzosa de las Cajas de Ahorro que han jugado al doble o nada al financiar sueños particulares y nuestro inmovilismo propio de mirarnos fascinados el ombligo, mas parece que nos viene grande el traje. Me refiero al traje que le han puesto a Orihuela de Gran ciudad. Así que ya saben señores de las Cámaras de Comercio, políticos, Consellerías y Diputación asociaciones partitocratizadas y demás familias de poder, hagan algo lógico. Algo que tenga sentido en el largo plazo que para sueños ya está la lotería de Diciembre.
3 comentarios
PEPE -
M.D.C.I -
J. Valdivieso -
Saludos desde Valencia.