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Jesús Ruiz...desde Orihuela

Legitimidad frente a representatividad

Legitimidad frente a representatividad

Estas elecciones 2011 van a despertar a unos cuantos. No se quién se sorprende. El sistema electoral español premia al partido mas votado por el sistema de reparto proporcional de asignación de votos. En Estados Unidos sería el Partido Popular el que administraría cuatro años, pero como diría una oriolano por Nueva York, Orihuela no es América. Y tanto que no lo es ni nuestro sistema electoral tampoco así que ya va siendo hora de plantear cuestiones.

El primer temblor se siente en las filas de los ganadores. Todos los vínculos relacionales generados alrededor de un partido que durante años ha formado gobierno, se desvanecen cuando en este caso los perdedores de las elecciones pueden formar el gobierno de Orihuela para cuatro años. Esos vínculos empresariales, sociales y ciudadanos que rodean al poder instituido como una cohorte pringosa azuzan al perdedor con todo tipo de artillería. Con estos resultados silban los rumores que corre como la luz. Ya hay nombres de desertores que han sacado número para salir de estampida, de concejales comprados que aún no lo son, de pactos secretos a cuatro años con tirabuzones a izquierdas, de operaciones políticas, que por vergonzosas y atentatorias contra le legalidad no se atreverán a materializar. Son en definitiva parte del ruido molesto que toca tras la consulta electoral. Solo falta oír que como lleguen a gobernar los otros, vendrá el hombre del saco y la bruja mala. 

Desde un punto de vista politológico, la representatividad es mayor si un gobierno está conformado por diversas ideologías o lo que es lo mismo, de distintas opciones de llevar a puerto los mismos fines. Por que los fines de un gobierno sea municipal, autonómico nacional, se materializan con políticas públicas hormadas en la legalidad constitucional. Si hablamos de legitimidad, el que tiene que gobernar es el que sume más concejales en estas elecciones municipales de 2011 que en este caso es Mónica pero nuestra democracia se orienta hacia la representatividad y en América gana el que sume mas uno y el que no lo tenga claro ya sabe, que se lo pregunte al hermano de George W. Bush.

La legitimidad que otorgan doce concejales de una sola marca -Partido Popular- no la tienen por separado el resto de fuerzas presentadas a las urnas pero ya he dicho que no somos presidencialistas. Un gobierno representativo de la pluralidad como el que se está planteando en Orihuela con trece concejales ya de por sí gana en legitimidad al más votado. El problema de la representatividad lo encontraremos en la gobernanza, pero eso es harina de otro costal y objeto a tratar más adelante. De aquí al primer pleno de esta nueva etapa, ya veremos, y oiremos, ya lo creo.

 

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